Odontología para el bebé


Todos los padres deseamos para nuestros hijos lo mejor, desde el primer momento de su vida, y, más aún, si hablamos de salud. En el caso de la salud bucodental de los bebés, el odontopediatra es el profesional que tratará a los más pequeños de la casa, desde los 0 a los 12 años. 

 

El cuidado de la salud bucodental en recién nacidos debe realizarse desde el nacimiento, incluso aunque no haya ningún diente en su boca.

 

Salud dental y oral en recién nacidos y bebés. En esta etapa ya han brotado los ocho incisivos y con la salida de los molares de leche se completa la salida de los dientes temporales. A esta edad el niño ya tiene que haber dejado el biberón y el chupón y empezar a utilizar el vaso.

 

Los primeros dientes de tu bebé brotarán, por lo general, a los seis meses de edad. Aunque no se pueda predecir el momento exacto de la aparición de este primer diente, hay algunas señales (un poco desagradables) de que hay un diente en camino. La dentición es diferente para cada bebé, pero la mayoría experimentará algunos o todos de los siguientes síntomas:

 

Inflamación de las encías. Casi todos los bebés experimentarán inflamación de las encías en uno u otro grado. Cuando un diente nuevo empieza a brotar, el área que lo rodea se inflama y duele.

 

Salivación. Lo más probable es que la dentición haga que tu bebé produzca cantidades abundantes de saliva, incluso meses antes del primer diente.

 

Salpullido en la piel. Un salpullido en el rostro o en la barbilla del bebé no es ningún motivo de preocupación, por lo general, la causa es la salivación excesiva. 

 

Dolor. Para algunos bebés, la dentición es una experiencia muy dolorosa, mientras que otros la atraviesan sin problemas. Sin embargo, la mayoría de los bebés experimentan algún grado de dolor, que expresan con llanto e irritabilidad.

 

Irritabilidad. Lo más probable es que el dolor ocasionado por la dentición haga que tu pequeño se sienta irritable y de mal humor. En algunos bebés esto pasa rápido; en otros, puede durar semanas con cada diente.

 

Morder. Los bebés aprenden con bastante rapidez que la contrapresión alivia la molestia de la dentición. Cuando el bebé empieza la dentición, existe una alta probabilidad de que agarrará cualquier cosa a su alcance, desde juguetes hasta sus propios dedos, para morderlos.

 

Febrícula. En ocasiones, las encías inflamadas pueden ocasionar febrícula a los 38,3 °C. Trátala como tratarías cualquier otra fiebre ligera y consulta a su pediatra si dura más de tres días o si supera los 38,3 °C.

 

Pérdida de apetito. La succión que se genera al beber de un biberón o mama puede ser desagradable para los bebés en dentición, por lo que es posible que no quiera comer. Incluso los bebés que han empezado a ingerir alimentos sólidos podrían empezar a rechazar las comidas.

 

Problemas para dormir. Si tu pequeño siente incomodidad durante el día es muy probable que ocurra lo mismo durante la noche. Es sabido que los bebés se despiertan en la noche durante la dentición (incluso cuando ya llevan meses durmiendo toda la noche sin interrupciones).

 

La odontología para el bebé se ocupa de la salud bucodental de los niños desde que nacen hasta que cumplen los tres años, que es cuando los dientes de leche han salido.

 

La odontología para el bebé es de enorme importancia, no solo por la prevención de futuros problemas bucodentales. Si los niños acuden al odontopediatra desde que son bebés, podrán aplicarse tratamientos muy poco invasivos, como las fluorizaciones y las profilaxis que ayudan a prevenir la caries.

 

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